¿Cómo promueve China la armonía entre el hombre y la naturaleza?
Cuando Guo Chengwang comenzó a plantar árboles en el desierto de Mu Us en la provincia noroccidental china de Shaanxi hace casi 40 años, no esperaba que sus esfuerzos para combatir la desertificación rindieran frutos. Aunque solo uno de los 1.200 retoños que plantó en 1985 sobrevivió, Guo asegura que sintió una gran emoción al ver que los álamos podían crecer en el desierto. En la década de 1980, “esta tierra desolada estaba llena de dunas de arena”, recuerda Guo, refiriéndose al desierto de Mu Us, uno de los cuatro grandes desiertos de China. “No había nada más”.
“Ni siquiera se veía pasto”, agrega Guo Jianjun, nieto de Guo Chengwang. “Las tormentas de arena eran tan fuertes que apenas podías abrir los ojos”.
Hoy en día, el joven Guo continúa el legado de su abuelo, quien falleció en 2023, en la misión de transformar 3.000 hectáreas de desierto estéril en verdes zonas de cultivo. Gracias a los esfuerzos conjuntos de generaciones, más del 80% de la tierra cubierta de arena en el desierto ha sido controlada, y se ha logrado una tasa de forestación del 30%.
Según las leyes de la naturaleza
“Todas las cosas que crecen viven en armonía y se nutren de la naturaleza”.
Este es un antiguo proverbio de Xunzi, un renombrado filósofo chino que vivió durante el Período de los Reinos Combatientes (475-221 a.C.). Xi Jinping citó esta frase durante la Cumbre de Líderes sobre el Clima en abril de 2021 para destacar la importancia de aprender de la sabiduría de los antepasados en su respeto a las leyes de la naturaleza y para promover la armonía entre el hombre y la naturaleza.
Durante ese discurso, Xi agregó: “la Madre Naturaleza es la cuna de todos los seres vivos, incluidos los seres humanos, y proporciona todo lo esencial para que la humanidad sobreviva y prospere.”
En otro discurso titulado “Para el hombre y la naturaleza: Construir juntos una comunidad de vida”, aseguró que “la Madre Naturaleza nos ha nutrido, y debemos tratarla como raíz, respetarla, protegerla y seguir sus leyes”.
El trabajo de la familia Guo para combatir la desertificación en el desierto de Mu Us es solo una de las muchas historias innovadoras de éxito ambiental en China en las últimas décadas. Otros ejemplos exitosos incluyen al bosque artificial más grande del mundo, que se ha cultivado en Saihanba, provincia de Hebei, al norte de China, y la creación de un modelo chino de transformación y control de arenas mediante la reforestación en el vasto desierto de Kubuqi de la región autónoma de Mongolia Interior.
Según datos de la Administración Nacional de Bosques y Pastizales de China, 23,3 millones de hectáreas de praderas fueron mejoradas mediante la plantación de césped y se salvaron de la desertificación 12 millones de hectáreas de tierra entre 2018 y 2023.
En palabras del presidente Xi Jinping, “cada generación tiene su propia misión, y los esfuerzos por conservar el ecosistema beneficiarán no solo a esta generación, sino a muchas más. Actuemos ahora, empecemos nosotros mismos y aseguremos que la antorcha de la conservación se pase a las futuras generaciones.”
Agradecimientos: China Media Group - CMG.
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