Se trató de una operación de inteligencia operacionalizada por agentes orgánicos del Comando Sur [USSOUTHCOM] y que consistió en:
Instalar a Zúñiga (proveniente del cuerpo de inteligencia) como actor político antagonizando con Evo Morales;
Se produce su destitución porque de lo contrario expone una fuerte debilidad del gobierno.
Los instigadores de la operación le hacen creer a Zúñiga que puede triunfar en una asonada.
Se encuentra con que el presidente Arce y la patria boliviana lo enfrentan y nadie lo apoya ni OEA, ni gobiernos de la región, y tampoco la representación de negocios que oficia la embajada de facto de USA.
Como parte de la misma operación de inteligencia se construye la salida acusando al presidente Arce de un autogolpe, aprovechando la preocupación de Arce sobre la posibilidad de un golpe blando azuzado por las protestas que organiza el Evismo y que critica la auto-prorroga en mandatos de funcionarios judiciales entre otras cosas.
Evo Morales es convencido cada vez más de que el sistema político, los militares, Arce, y la derecha, lo atacan a él como expresión de la radicalidad.
¿Cómo impacta esta operación en la realidad? ¿Qué objetivos consigue?
Construye la naturalización de la inestabilidad institucional lo cual objetivamente debilita la gobernabilidad;
Impacta directamente sobre la división irreparable del MAS anulando la posibilidad de recomposición popular;
Exhibe un nivel de crisis política que abona el punto 1.
Luego del retorno de Luis Arce de Rusia con el compromiso del gobierno de Putin de colaborar en la crisis de divisas y de combustible que asola al país y que provocan una situación socioeconómica muy seria; el Comando Sur dispone la operación en la premura de neutralizar tales posibilidades.
El llamado a consulta frente a las declaraciones alevosas e intimidantes de la Encargada de Negocios de USA en Bolivia, Debra Hevia, fue, probablemente, el catalizador de la operación.
Las condiciones de posibilidad de esto son la derrota ideológica, bancarrota moral y desvarío político de algunos dirigentes populares expuestos a las operaciones directas de la inteligencia del Comando Sur y que provocan acentuar la disolución del acumulado popular; las condiciones socioeconómicas lamentables producto de un bloqueo político de facto de parte de la derecha y sectores populares opuestos al gobierno de Arce; una derecha con consenso electoral eventual; un alto nivel de penetración de las agencias de inteligencia, y derivadas, en el sistema político y de movimientos sociales de la región del litio de Suramérica.
Un detalle a considerar es la reacción popular de defensa del gobierno, aún en condiciones socioeconómicas preocupantes, que llenaron los alrededores de la Casa de Gobierno, lo mismo que la actitud del gobierno de Arce con el presidente a la cabeza, enfrentando a los golpistas. Entiendo que es una conducta que abonó a precipitar el fracaso de una asonada que nació impotente.
El encaramiento de un gobierno neocolonial en Bolivia sería una derrota regional de dimensiones, demoliendo la posibilidad de la multipolaridad en la región, siendo que se trata del país con más plausibles condiciones de desarrollarse en ese sentido. Dependerá de Brasil cómo incida en los BRICS+ para que aquel conglomerado abrace a Bolivia y Venezuela modificando el mapa regional y al propio patio trasero de los norteamericanos; y fortaleciendo en termino de suministros estratégicos, combustible, y energía, a los nuevos polos mundiales.
Dr. Fernando Esteche* Dirigente político, profesor universitario y director general de PIA Global
Foto de portada: Militares ingresan a la sede del Gobierno de Bolivia en La Paz (Bolivia). EFE/Luis Gandarillas
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