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  • Foto del escritorPedro Carlos Vargas

CHAKANA: estudio de un mito arqueológico peruano

Actualizado: 21 jun 2022



Introducción

Chakana, una palabra en quechua que se ha convertido en todo un ícono de la cultura andina, desde los extraños planteamientos del arquitecto Carlos Milla Villena en su libro “Génesis de la cultura andina”, pasando por el partido político “Perú Posible” hasta ser un símbolo del que se sacan las más variopintas interpretaciones (al gusto de cada opinólogo de internet) en la actualidad; esta palabra se asocia a una figura de orígen arqueológico que es llamada también “Cruz Inca” aunque en medios científicos y académicos se le denomine simplemente como “Cruz cuadrada” o “Símbolo escalonado”. Sin embargo, la idea de un símbolo que representa todo lo que muchos quisieran que represente ha calado demasiado. Tenemos incluso grandes proyectos de investigación que asumen esta palabra para definir diversas figuras escalonadas sin detenerse en la trascendencia de lo que hace. ¿Es esta palabra la adecuada para cualquier figura escalonada producida a lo largo de más de tres mil años de civilización andina? ¿Qué son en realidad las figuras que denominamos como “chakanas” hoy?


Una muestra de la diversidad de interpretaciones a nivel de populorum acerca de este símbolo (“Pantallazo” de Google al poner chakana)

Debemos tener en cuenta también que la creciente influencia de la moda o cuasi religión de la llamada “Nueva Era” (“New Age”), ha reclamado que ciertos elementos de la cosmovisión andina sean reinterpretados de acuerdo a las ideas modernas asociadas a un supuesto “renacimiento de las culturas indígenas” cuya sabiduria ancestral salvará al planeta entero… No cabe duda que muchas tecnologías del pasado pueden reutilizarse, pero de allí a asignar valores extraños a un símbolo recurrente en el registro arqueológico andino hay mucha distancia.

Veremos primero lo relacionado a la etimología de la palabra chakana, definiendo su campo semántico y ver si hay relación con lo que se le imputa en la actualidad; proseguiremos resumiendo de manera muy breve las ideas de Carlos Milla Villena relacionadas a la constelación de la Cruz del Sur, la cuadratura del círculo y la cruz escalonada que el rebautiza como chakana; veremos algo relacionado a figuras escalonadas en el registro arqueológico para finalizar con algunos comentarios a manera de conclusiones preliminares acerca de este interesante tema relacionado a como un símbolo es reinterpretado y rebautizado, y finalmente, como se abusa de él sin ninguna base científica.

Algunos aspectos linguísticos

De acuerdo al diccionario de Gonzáles Holguín (1989 [1608]) tenemos la entrada “Chacana. Escalera” (Ibíd.: 89) y también “Chaccana. Tres estrellas que llaman las tres marias.” (Ibíd.: 90)

En Aguilar (1970) que publica una adaptación de un diccionario de Antonio Ricardo de 1586 tenemos “Chaka: Puente. Chaka: Cadera. Chaka: Anca. Chakana: Escalera de madera. Chakana: Tres estrellas que llaman las tres Marías. Chakani: atravezar alguna cosa en otra, o arrancar puerta. Chakata: Palo atravezado a manera de cruz.” (Aguilar 1970: 144)

En el diccionario de Domingo de Santo Tomás (2006 [1560]) tenemos chaka como “anca donde juegan los huesos, cadera, cuadril, chueca donde juega el anca” (Ibíd.: 85); chaka –nchik “cintura” (Ibíd.); chaka “compuerta, pontón, puente, puente de madera” (Ibíd.); chaka –na “escala, escalera” (Ibíd.); chaka –ta “compuerta de fortaleza, cruz, atravesar, atravesar por el través, poner al través” (Ibíd.); chaka -tas -qa “atravezada cosa, cruzada cosa” (Ibíd.: 86)

De acuerdo a lo expuesto, tenemos una raíz que es chaka-, relacionada a puente y cadera; cuando se le agrega el sufijo –na se convierte en escalera y sirve para referirse a la constelación que conocemos como Cinturón de Orión o Las tres Marías; cuando se le agrega el sufijo –ta el significado varía a cruz, algo cruzado. Por lo que se observa no hay ninguna mención en la palabra chakana a cruz, ni cuadrada ni a la constelación de la Cruz del Sur; sólo a la constelación del Cinturón de Orión. Solo el significado de escalera que se puede asociar a los bordes escalonados de la figura a la cual se relaciona esta palabra.

La chakana según el Arquitecto Carlos Milla Villena

Analizar las avezadas propuestas del Arquitecto Carlos Milla, expresadas en su libro “Génesis de la Cultura Andina”, tomaría larguísimas páginas y más de un enconado debate; pasaremos a resumir lo que se refiere a lo que plantea para la figura que denomina Chakana. Milla Villena enfatiza mucho la importancia de la constelación de la Cruz del Sur a la cual ubica en un geoglifo del sitio artqueológico de Salinas de Chao al norte de nuestra costa. Sin embargo, este geoglifo muestra una Cruz del Sur invertida, es decir, no es un reflejo exacto; nuestro autor atribuye esto al uso de unos supuestos “espejos astronómicos” que permitirían realizar observaciones astronómicas con reflejos, de esta manera se resuelve la contradicción del geoglifo. Como prueba del uso de estos espejos se colocan numerosas imágenes de cerámicas de personajes de diversas culturas portando vasijas y se asume que formaciones rocosas circulares y arte rupestre diverso corresponde a estructuras de observación por medio de espejos. Asume que la observación es exacta al sacar medidas de una astrofoto de la constelación y las medidas del geoglifo, a partir de esto planeta que existió un culto a la Cruz del Sur que se transmitió al resto de culturas, la prueba de esto son múltiples representaciones de cruces en culturas posteriores (sin la mencionada exactitud del geoglifo).


Carátula de la obra “Génesis de la cultura andina” del arquitecto Carlos Milla Villena.

Lo que sigue es una serie de cálculos matemáticos que estarían demostrando, que los andinos habrían calculado el valor de pi, logrado la cuadratura del círculo y que habrían condensado estos conocimientos en la cruz cuadrda que Milla Villena llama chakana. A partir de ello se tendria un sistema operativo y de medidas usado en todos los andes, las pruebas estarían en multitud de figuras (de las cuales no se ha tomado en cuenta el contexto) en las que se observan diagonales, cruces o figuras escalonadas. . A partir de ello se tendria un sistema operativo y de medidas usado en todos los andes, las pruebas estarían en multitud de figuras (de las cuales no se ha tomado en cuenta el contexto) en las que se observan diagonales, cruces o figuras escalonadas. Obviamente, todo este conocimiento fue destruido y ocultado por la malvada civilización occidental. Uno de los graves problemas en los planteamientos de Milla Villena es un feroz indigenismo y aborrecimiento de la cultura occidental que no le permite analizar las cosas con la objetividad deseada que, aparentemente, las matemáticas[1] deberían darle.

Cómo suele suceder, postulados como estos no podían ser ajenos a la política peruana. El partico político Perú Posible de Aljandro Toledo Manrique hizo suyo este símbolo y el nombre chakana, usándolo como parte de su estrategía elctoral que le permitió llegar a la presidencia de la república; es interesante pues, debe recordarse que se le llegó a llamar “Pachakuti”, el nombre del Inka que “transformó el mundo” tras derrotar a los chankas de Andahuaylas. Un discurso indigenista que encandiló a muchos que le vieron como una alternativa “autóctona” frente a otro presidente de ascendencia asiática. Queda claro que los conocimientos de arqueología e historia se hacen más presentes que nunca en circunstancias como las que el país pasó en aquel entonces.

Recordemos que la supuesta “Bandera del Tawantinsuyu” flameó al lado de la peruana en Palacio de Gobierno durante la presidencia de alejandro Toledo. El indigenismo que su esposa antropóloga promovía dejó como legado que, la supuesta chakana sea asumida como un símbolo andino por excelencia frente al cual ya no se hacían preguntas, era una realidad sustentada, en teoría, por los planteamientos de Milla Villena. Lo cierto, es que estos son seguidos solo por algunos sectores indigenistas y muy probablemente entendidos por menos aún. La facilidad que tienen las matemáticas de convencernos es más por temor de enfrentarse a ella que por entenderla.

Cruces cuadradas o escalonadas en las culturas prehispánicas

Las figuras agrupadas bajo la categoría de “chakana” son diversas y trascienden el tiempo, las hallamos desde Chavín (1200 ane) hasta el Tawantinsuyu (Siglos XV – XVI). Básicamente se componen de cruces cuadradas, con o sin elementos internos (normalmente círculos[2]), cuyos bordes pueden estar formados por líneas directas, en cuyo caso son cruces cuadradas típicas, y en otro este borde puede ser escalonado o, incluso tener ángulos agudos a manera de puntas. En el caso de las “chakanas” del Imperio del Tawantinsuyu, se trata de figuras escalonadas que más alla de la forma de cruz, poco o nada tienen de similitud con las de tiempos Chavín. Por supuesto que hay cruces y figuras escalonadas en otras culturas pero, es muy importante ver el contexto donde estas se encuentran. Si se propone que se trata de un símbolo muy sagrado e importante, debemos hallarle en situaciones adecuadas que correspondan a ese rango. Figuras escalonadas como simple decoración las hay a montones, dibujar un borde aserrado, una cruz, figuras escalonadas para rellenar espacios o decorar vasijas utilitarias poco o nada tiene que ver con símbolos sagrados.

En el caso de las cruces cuadradas de Chavín las hallamos en asociación a figuras de dragones como las del Obelisco Tello, Estela de Yauya, en el interior de cuerpos de felinos (como los de la Plaza Circular Hundida y de uno que forma parte del Obelisco Tello) y al exterior del cuerpo de peces (como el de la Galería de las Vigas Ornamentadas). La ubicación en el cuerpo o exterior de ciertos seres pueden darnos cierta idea de la importancia de estos símbolos; sin embargo, pocos son los estuidios detallados a este respecto. En investigaciones del autor (Vargas 2006) hallamos que estos símbolos están ligados al cambio de ciclos temporales, probablemente asociados a calendarios religiosos, más ello no nos puede llevar a concluir de forma contundente, pues haría falta analizar mayor cantidad de figuras en sus contextos. Pero, lo que queda claro es que la figura posee variaciones, tanto de su forma externa como de los elementos internos que puede llevar, esto implica que su papel es de comunicación como parte de un sistema, no se trata de algo estático con una sóla interpretación. Su importancia en Chavín es variada, sobre todo si recordamos que la galería donde se encuentra la “Gran Imagen” de Chavín (El “Lanzón Monolítico”) tiene forma de cruz.


Felino Chavín con cruces cuadradas al interior de su cuerpo


Felino Chavín con cruces cuadradas al interior de su cuerpo

Pez de la Galería de las Vigas Ornamentadas con cruces al exterior de su cuerpo

Extremo superior del Obelisco Tello con una cruz cuadrada al medio y otra en el cuerpo de un pequeño felino

La estela de Yauya con cruces cuadradas con puntas.

Comentarios a manera de conclusiones

Existe un conjunto de figuras desarrolladas a partir de la idea de una cruz de lados iguales (cruces cuadradas) que han tenido una gran importancia en la cultura Chavín. Los contextos donde aparecen nos la muestran asociadas a ciclos de tiempo y en combinación con el simbolismo de dragones, peces y felinos. En otras culturas figuras parecidas son usadas como decoración sin tener la importacia que tuvo la cruz cuadrada en Chavín.

Estas figuras fueron asumidas por el Arquitecto Carlos Milla Villena ―como comentábamos líneas arriba― como síntesis de complejos calculos matemáticos que habrían llevado a los pueblos andinos a hallar la cuadratura del círculo, el cálculo exacto de pi y tener un sistema de medidas basado en las relaciones existentes entre los lados de la contelación de la Cruz del Sur. Es Milla Villena quien asume que esta figura debió llamarse chakana.

Sin embargo, linguísticamente hablando, Sin embargo, linguísticamente hablando, no existe ninguna base para que dicha figura lleve tal nombre, en todo caso el término para referirse a una cruz (sea cuadrada o tipo cristiana) sería chakata. Es de lamentarse la poca atención que recibe el uso y abuso de términos en lenguas indígenas que, a la larga, sólo sirven para decorar o tratar de hacer algo con tintes “autóctonos”.

Esta figura (cruz cuadrada) bautizada como chakana, tuvo uso político partidario electoral en el Perú, pasó a convertirse en un símbolo místico que ha calado fuerte en el sentir de muchos, incluso arqueólogos que uno esperaría tuvieran una mayor capacidad de discernimiento. tuvo uso político partidario electoral en el Perú, pasó a convertirse en un símbolo místico que ha calado fuerte en el sentir de muchos, incluso arqueólogos que uno esperaría tuvieran una mayor capacidad de discernimiento. No criticamos que se usen palabras en quechua para crear categorías nuevas[3] pero, pretender que eso que algunos alucinan es una realidad histórica, si constiuye un problema y muy grave.

Podemos decir que atribuir la palabra chakana a esta figura es inadecuado y poco serio. Lo más correcto sería decir “cruz cuadrada”. Elucubraciones seudofilosóficas de cosmovisión a partir de análisis de este símbolo, sin tomar en cuenta los contextos, tanto de la figura dentro de su soporte físico, como del soporte físico, carecen de todo valor académico y sólo pueden ser adecuados para ilustrar como no hacer un análisis de figuras arqueológicas.

La “chakana” tuvo un uso político fuerte, en la actualidad lo mantiene, pero con tendencias que abrazan un indigenismo que hace falta analizar más. Ya tenemos en la svástica o cruz gamada un ejemplo de uso político de un símbolo ancestral con significados que no necesariamente eran los originales; obviamente se puede reinterpretar símbolos pero, se debe guardar coherencia con el pasado al cual se remontan.

Aunque parezca algo obvio, es preciso señalar que la “chakana” clásica (cruz cuadrada escalonada con un círculo al medio) es de Chavín de Huántar, no aparece en soportes físicos del Tawantinsuyu y no, recuérdese por favor, no hay ligazón directa entre ambas civilizaciones; lo que hay son tradiciones que han permanecido pero los simbolismos han variado. Por otro lado, los Chavín no hablaron quechua, lo que sea que hayan hablado debe estar más ligado a lenguas amazónicas, por tanto, llamar a sus figuras en términos quechua carece de sentido también.

El estudio de nuestro pasado requiere objetividad, evidencias, datos, inferencias, hipótesis con base y sustento lógico; no interpretaciones subjetivas que sólo encuentran exactamente lo que el “investigador” de antemano sabía que iba a encontrar.

Departamento de Estudios en Arqueología e Historia -DEAH

Pedro Vargas Nalvarte, Jefe de Departamento, Licenciado en Arqueología por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Magister en Lingüística por la misma casa de estudios, investigador del Laboratorio de Paleontología de Vertebrados del Museo de Historia Natural UNMSM y de la Asociación Peruana de Arte Rupestre.

Notas

[1] Detalles del cálculo que no analizaremos aquí, por no ser nuestra especialidad y no contar con el espacio suficiente a través de este medio. Véase en las referencias los datos de la publicación de Milla Villena.

[2] En el caso de la cultura Chavín, encontramos dicho símbolo con un círculo que tiene otro círculo al interior que pareciera tratarse un ojo de órbita circular con una pupila de la misma forma al centro.

[3] Independientemente de la crítica realizada al uso y abuso de las lenguas indígenas por moda o supuesta “inclusividad”.

Referencias bibliográficas

Aguilar Paéz 1970

Gramática Quechua y Vocabularios Adaptación de la primera edición de la obra de antonio Ricardo “Arte, y Vocabvlario en la lengva general del Perv llamada Quichua, y en la Lengua Española”. Lima 1586. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima.

González Holguín 1989 [1608]

Vocabulario de la lengua general de todo el Perú llamada Lengua Qquichua o del Inca. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima.

Milla Villena, Carlos 1992

Génesis de la cultura andina Edición del Colegio de Arquitectos y el autor (Tercera Edición). Lima.

Santo Thomas, Domingo de 2006 [1560]

Léxico Quechua de Fray Domingo de Santo Thomas editado por Jan Szeminski. Ediciones El Santo Oficio – Códice Ediciones S. A. C. Lima.

Vargas Nalvarte, Pedro 2006

Análisis de los signos gráficos del Obelisco Tello de Chavín de Huántar. Una propuesta estructural y lingüística. Tésis para optar el título de Licenciado en arqueología. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima.

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